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domingo, 16 de octubre de 2011

JAMÁS SIN TI

Todo empezó el año pasado, cerca de Navidad. No suelo ver mucho la televisión. Pero cuando suena una melodía que me gusta, siempre acaba captando mi atención y miro qué es lo que dan. Lo que vieron mis ojos me emocionó, pues a la preciosa música de Phill Collins de la película de dibujos animados "Tarzán", versionada por la soprano Montserrat Caballé, las imágenes que pude contemplar me dejaron boquiabierta. No pude más que ir a mi ordenador y buscar "Marató 2010 TV3", y ver el spot muchícimas veces, y todas, llorando de emoción. Pero ¿qué era lo que había visto y me hacía llorar de amor? Os lo voy a contar.
Cerca de Navidades, en la televisión de Cataluña, hace ya bastantes años, se ofrece un programa que se llama "LA MARATÓ DE TV3" (La maratón de TV3) Es un programa que se emite durante estas fechas tan entrañables y con él se pretende llamar a la solidaridad y a la conciencia de los ciudadanos, para que colaboren económicamente, cooperando de ese modo al estudio de alguna enfermedad. En el año pasado, el programa intentaba recaudar fondos para el estudio de las enfermedades medulares. El vídeo, como os decía, no tenía desperdicio. Contaba la historia de Rick y Dick Hoyt, un padre y un hijo. El padre era un maravilloso padre, un padre con mayúsculas, que amaba a su hijo con locura. Hasta aquí, todo normal ¿no es así? Me diréis, eso se espera de un padre, que ame con locura a sus hijos. Y si, eso es lo que se espera y así suele ser en la mayoría de los casos, aunque hay grados de amor. Pero Dick, es más que un padre especial. Nick, su querido hijo, nació hace 45 años, con una vuelta de cordón al cuello. Relata él mismo que al verlo nacer pensó que era bello y fuerte y no se dio cuenta de que lo que él pensaba que era fuerza de vida, eran espásmos provocados por la vuelta de cordón. Los médicos advirtieron a los esposos Hoyt que el pequeño no lograría hablar ni andar, debido a las lesiones adquiridas durante el parto. Les "aconsejaron" donarlo a uno de esos centros donde viven personas con discapacidades graves, o en propias palabras de los doctores, vegetales.
Los Hoyt no escucharon a los doctores y se llevaron al pequeño a casa, junto a su hermano. Allí Rick creció  haciendo todo lo que sus padres hubieran querido que hiciera: le ayudaban a jugar al hockey, le llevaban a la playa, en fin, trataban de que el niño no sintiera que era discapacitado. Poco a poco, vieron que les escuchaba y les miraba a los ojos. Les comprendía y gracias a un programa informático, se dieron cuenta de que Rick no solo les escuchaba y les entendía, sino que era un ser muy inteligente. Así pudo empezar a asistir a la escuela. En ella, se celebró un día una maratón para recaudar dinero para un niño que estaba enfermo, precisamente de una enfermedad medular. Rick pidó a su padre correr aquella maratón, y su padre accedió por dar gusto a su querido hijo. Aquella noche, al llegar a casa, Rick escribió en su computador: Papá, cuando corro siento que mi discapacidad desaparece...y eso bastó para que Dick decidiera olvidarse de si mismo y empezar a correr en más de 950 carreras, 60 maratones, 6 iron mans junto a su querido hijo, que sentía desaparecer su discapacidad. Ahora, tras esta introducción, me gustaría mucho pudieras ver el vídeo que tanto me hizo llorar y que no podía parar de mirar una y otra vez.


Soy una persona muy espiritual, lo he vivido en mi hogar, con mis padres, siempre me enseñaron a ver a Dios en todo. Y como no podía ser de otra forma, en el vídeo que acabas de ver, también encontré una parte muy significativa de Dios.
Pensaba en este padre de la tierra, tan generoso, tan amante de su hijo, yo diría que es un loco de amor, pues hay que estar un poco "loco" para lanzarse a esta aventura, de correr en pruebas muy duras cargando con el peso de una persona que no se mueve. Pero es que esa persona es nada menos que su hijo y un hijo que le hace saber que al correr siente que no tiene ninguna enfermedad. ¡IMPRESIONANTE!
Y, como era evidente, este padre, me llevó a pensar en otro Padre. En este caso es mi Padre, tu Padre, nuestro Padre: Dios. Al engendrarnos nos mira con amor, desde que somos concebidos nos observa, nos va dando todo lo que necesitamos para vivir. Nacemos y nos mira, piensa que somos hermosos, que somos fuertes, que somos únicos. Pero hay en nuestras vidas hilos como cordones umbilicales, que nos estrangulan muchas veces el alma y enfermamos. Toda aquella belleza y aquella fuerza que teníamos queda mermada y sabemos que no podremos caminar, que no podremos hablar, que no podremos hacer nada si no nos carga en Sus brazos de Padre. Junto a Él nos sentimos libres, nos sentimos sin dolor, sin mal, junto a él nuestras discapacidades espirituales desaparecen. Sabemos que podremos llegar a la meta. Me gustaría traduciros la letra de la canción que canta Montserrat Caballé, pues realmente, parece escrita para esta historia y para cada una de nuestras "historias personales con Dios Padre"
Dice la canción:
No, ya no llores, no hay ningún peligro/cógete fuerte, ven conmigo/te protejo, no temas ningún mal/no llores más, estoy aquí.
Para ser tan frágil se te ve muy fuerte/entre mis brazos nunca tendrás temor/ninguna fuerza puede separarnos/no llores más estoy aquí.

Estás dentro de mi corazón/ muy dentro de mi corazón/y te llevaré ahí por siempre jamás.
Dentro de mi corazón/mi vivo tesoro/estarás dentro de mi corazón siempre.

Nadie comprende lo que hay entre tú y yo/la gente solo cree que no puede ser/la diferencia es que entre nosotros/hay un sentimiento muy especial.
Deja a los demás, no saben lo que hacen/entre ellos y tú hay una diferencia que no entenderán/cuando llegue la hora, dale fuerzas a tu corazón/lucharé contigo, has de aguantar/no lo entenderán, seguro.

Estás dentro de mi corazón/ muy dentro de mi corazón/y te llevaré ahí por siempre jamás.
Dentro de mi corazón/mi vivo tesoro/estarás dentro de mi corazón siempre.

Dos escenas conmueven mi corazón: una es cuando el padre coloca con amor el casco en la cabeza a su hijo, le acaricia y le besa, le da de beber, le seca el sudor...otra es cuando llegan los dos a la meta y Rick sonríe de felicidad, alza los brazos entre los aplausos de la multitud, siente que ha podido llegar, todo gracias a su padre. Pienso que Dios es como Dick, nos ayuda en todo momento, nos enjuga el sudor durante el duro camino, nos da de beber su Sangre para poder llegar con fuerzas hasta el final,  nos da un beso en el sacramento del perdón, pues somos sus niños frágiles y pequeños.
Yo,  algún día espero ser como Rick. Entrar en el Cielo, en la "Meta de las Metas", cogida de la mano de mi Padre, sonriendo, alzando los brazos, siendo recibida con los aplausos de los que allí hayan llegado antes que yo, sintiendo que ya mi discapacidad terminó para siempre. 

Gracias Dick Hoyt por ser fiel reflejo del AMOR DE DIOS  en el mundo. Gracias Rick por enseñarnos a luchar a pesar de todas las dificultades de la vida. Gracias Team Hoyt, así os llaman, Equipo Hoyt, pues los dos formáis un buen equipo. Dios os bendiga.







2 comentarios:

  1. Saludos desde Honduras!
    He leído detenidamente tu "post" y es impresionante y bella la analogía que haces entre el Sr. Hoyt y papá Dios! Muchas gracias por esa inspiración y gracia que sólo el Espíritu Santo sabe derramar!! Un fuerte abrazo desde Honduras!

    Irina Orellana

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  2. Gracias, querida Irina. Todo lo que poseemos bueno es siempre un don de Dios en nuestras vidas. Un fuerte abrazo desde España y que el Señor te bendiga mucho en este año.

    Montse Sanmartí,

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